martes, 8 de febrero de 2011

DIRECCIÓN DE CULTO... ORACIÓN

“LA ORACIÓN”

HERMANO ELÍAS RODRÍGUEZ
Nuestro maravilloso Padre celestial nos habla hoy en día a través de Su palabra y nosotros nos comunicamos con él mediante la oración. Este es un gran medio por medio del cual cada uno de nosotros como cristianos podemos acercarnos al trono de Dios para darle gracias, pedirle perdón, su ayuda y dirección, entre otras cosas. Siempre se ha dicho y con verdad, “Que el cristiano que ora, es el cristiano que triunfa.” Pero para disfrutar de este gran privilegio que Dios nos ha dado en la oración, es necesario que aprendamos a orar. De acuerdo a la Biblia, hay ciertos requisitos que deben llenarse para que nuestra oración sea oída y contestada por nuestro Dios:
1. Nuestra oración siempre debe ser dirigida a Dios. (Lucas 11:2; Santiago 1:5).
2. En el nombre de Cristo (Juan 14:13, 14; 16:23,24).
3. Con fe (Mateo 21:21, 22; Santiago 1:5-7).
4. Pedir sólo lo que necesitamos (Santiago 4:3; 1 Juan 5:14).
5. Ser obedientes a Dios (1 Juan 3:22).
6. Vivir en paz con la pareja (1 Pedro 3:7).
7. Orar con humildad (Lucas 18:9-14).
Al orar, es indispensable llenar estos requisitos para que nuestra oración pueda llegar hasta la presencia de Dios y él la conteste de acuerdo a su amor, misericordia y divina voluntad.
Sugerencias al dirigir una oración:
1. Al comunicar a la congregación que se va a orar el hermano debe estar frente a la audiencia y con voz clara y fuerte invitarlos a ir de rodillas para orar. Es importante que se haga la aclaración, que si alguien no puede doblar sus rodillas, sentado puede orar.
2. Al orar debe evitar que se ahogue la voz con la banca, las manos, etc.
3. Evitar orar en la reunión de adoración por necesidades personales, ya que eso lo podemos hacer individualmente o como familia en la casa. Pero si alguien pide que se incluya alguna necesidad en la oración, claro que se puede hacer.
4. Evitar hacer de la oración una predicación. Esto algunas veces llega a suceder, pero no es lo correcto, ya que la exhortación se lleva a cabo durante la predicación.
5. Evitar largas oraciones y vanas repeticiones. Esta forma de orar no es edificante y termina por perder la atención de quienes están siguiendo la oración.
6. Orar siempre en sentido plural. Esto es muy importante, ya que no debemos olvidar que lo estamos haciendo a nombre de toda la iglesia, por eso decimos, “te lo pedimos” te damos gracias” perdónanos” “ayúdanos.”

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