lunes, 8 de diciembre de 2008

VIOLENCIA

Este fin de semana ha sido aciago para nuestro país colombiano. La insensatez de la violencia se ha vuelto a hacer presente. Militares muertos en un atentado. Comisión humanitaria víctima de atentado con saldo de dos personas muertas y las demás heridas.
La pregunta es: Y ¿qué se ganó con ello? Y ¿qué se ha ganado a lo largo de cincuenta años de levantamiento en armas?
Un simple vistazo a los últimos cincuenta años de lucha insurgente en nuestro país nos muestra claramente la banalidad, la puerilidad de esta forma de lucha. Si queremos tener un panorama más amplio y ejemplo aún más claro, examinemos ls diferentes confrontaciones entre los hombres a lo largo de los siglos, llámese "guerras mundiales", "enfrentamientos entre naciones", "luchas dentro de una misma nación", etc.
¿Acaso ha habido algún enfrentamiento a lo largo de la historia del hombre, empezando por la historia de Caín y Abel que haya traído algo bueno a largo plazo a la humanidad? Lo que se ha mostrado como bueno al final de las guerras, luchas, contiendas o confrontaciones, con el transcurrir de los años ha mostrado su lado oscuro.
Y es que el ser humano se ha olvidado que hay leyes universales de las cuales no nos podemos escapar. El Creador del Universo dijo: "No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado".
Es cierto que se requiere justicia social, pero, ¿en qué cabeza cabe que esa justicia social se va a lograr con base en sembrar los campos y las ciudades de cadáveres? Acaso no se dan cuenta que lo que siembran es ¿odio, discordia, deseo de venganza, pobreza? Es curioso observar cómo en procura de lograr justicia social, lo que logran es mayor injusticia social. ¿Cuántos muertos más se necesitarán para entender esto?
El Creador del Universo, Dios Todopoderoso por medio de su Hijo, nuestro señor Jesucristo dijo:

"Otra de las enseñanzas de Moisés fue esta: "Ojo por ojo y diente por diente". Pero ahora yo les digo: No traten de vengarse de quien les hace daño. Si alguien les da una bofetada en la mejilla derecha, pídanle que les pegue también en la izquierda.
Si alguien los acusa ante un juez y quiere quitarles la camisa, denle también el abrigo.
Si un soldado los obliga a llevar una carga por un kilómetro, cárguenla por dos.
A quien les pida algo, dénselo, y a quien les pida prestado, préstenle.

"Esta es otra orden que dio Moisés hace muchísimo tiempo: "Amen a su prójimo y odien a su enemigo".
Pero ahora yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan.
Así demostrarán que actúan como su Padre Dios que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre los buenos y sobre los malos. Él manda la lluvia para el bien de los que lo obedecen y de los que no lo obedecen.
"Si ustedes aman sólo a quienes los aman, ¿qué premio recibirán por eso? Hasta los que cobran impuestos para el gobierno de Roma aman sólo a sus amigos.
Si saludan sólo a sus amigos, no hacen nada extraordinario. ¡Hasta los que no creen en Dios hacen eso!
"Ustedes deben ser perfectos como Dios, su Padre que está en el cielo, es perfecto.
¡Oh! "luchadores por justicia social", !Oh¡ contradictores de los "luchadores por justicia social", !Oh¡ fuerza pública ejecutando la justicia por su propia mano, ¡Oh! ladrones de cuello blanco, ¡Oh! nosotros ciudadanos del común, si volvieramos los ojos a Dios y obedecieramos lo que Él enseña y manda, otro sería nuestro presente y mejor aún el futuro de nuestros hijos.
Él dice lo que debemos hacer, y, ¿quienes somos nosotros para pensar que nuestras opiniones son mejores que las del Creador? ¿Alguna vez hemos intentado siquiera hacer lo que Él dice? La egolatría no nos deja y creemos saberlo todo. Vemos el mundo en un caos y ni así volvemos los ojos a Él. Con un agravante: Un día todos daremos cuentas a Él, crea usted o no en Él.
Aún estamos a tiempo para corregir. no sigamos inevntando leyes que para nada sirven porque no llegan a donde está el problema y es en el corazón, en la mente del hombre. El Creador dice:
Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Entendamos que las armas humanas sirven solo para generar mayor desigualdad, odio y rencor. Dios dice:

Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Atendamos el llamado de Dios. Aún estamos a tiempo.

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